Estas son algunas de las reacciones más comunes que suelen aparecer después de la pérdida. No te sientas obligado a tener todas las sensaciones y experiencias aquí descritas. Cada duelo, como cada persona, es única.

SENTIMIENTOS

Negación / incredulidad
Piensas y actúas como si tu ser querido continuara vivo. Suena el teléfono y, por un instante, piensas que es él. No has perdido la esperanza de que vuelva.

Insensibilidad
Nada parece real, te sientes aturdido, como un autómata, incapaz de reaccionar…
Esta perturbación te ayuda a ir asimilando la dura realidad.

Enojo /rabia/resentimiento Estás rabioso contra todos y contra todo. El resentimiento forma parte de tu dolor y es algo normal. No luches contra él. A medida que tu dolor se vaya calmando irá disminuyendo…

Soledad
Son tantas cosas vividas y compartidas juntos que vas a necesitar tiempo para aprender y acostumbrarte a estar sin él o ella.

Alivio
EL final de una larga y dolorosa enfermedad o relación se puede vivir con una sensación de alivio y descanso.

Sensación de oír o ver al fallecido
Son sensaciones pasajeras absolutamente normales después del fallecimiento de una persona querida.

Ambivalencia / cambio de humor
Puedes estar tranquilo/a en un momento dado y alborotado/a en el instante siguiente. Los sentimientos pueden ser cambiantes y contradictorios. Acéptate así, imprevisible.

SENSACIONES EN EL CUERPO
El duelo es un proceso que se da en ti por completo y por ellos puede efectuar tanto a tu estado psicológico como al físico. No te asustes ante algunas reacciones físicas que pueden surgir.
Estas son algunas de las sensaciones corporales que puedes sentir. Es el llamado duelo del cuerpo.

- Náuseas.
- Palpitaciones.
- Opresión en la garganta, el pecho.
- Nudo en el estómago.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de apetito.
- Insomnio.
- Fatiga.
- Sensación de falta de aire.
- Punzadas en el pecho.
- Pérdida de fuerzas.
- Dolor de espalda.
- Temblores.
- Hipersensibilidad al ruido.
- Dificultad para tragar.
- Oleadas de calor.
- Visión borrosa.

COMPORTAMIENTOS
Estos son algunos de los comportamiento o conductas habituales después de la muerte de un ser querido.

- Llorar.
- Suspirar.
- Buscar y llamar al fallecido.
- Querer estar solo, evitar a la gente.
- Dormir poco o en exceso.
- Distracciones, olvidos, falta de concentración.
- Soñar o tener pesadillas.
- Falta de interés por el sexo.
- No parar por hacer cosas o apatía.

Son síntomas que manifiesta el cuerpo y suelen estar estrechamente relacionados con la falta de aceptación de la muerte y con la resistencia al cambio que supone en tu vida.
Todo este proceso acaba con la total aceptación del cambio que la muerte ha venido a presentarte. La muerte es algo natural que experimentamos todos y el proceso del duelo dura el tiempo que tú necesitas para aceptar este cambio en ti. Ello va a depender de los vínculos que tuvieras con la persona que ha muerto, de cómo ha sido su muerte, del círculo social que tienes y el apoyo que te aporta y, sobre todo, de tu propia capacidad para aceptar las pérdidas en tu vida.
Para traspasar el dolor tenemos que experimentar el sufrimiento que ha aparecido para ser capaces de abandonarlo. Este abandono no puede suceder desde la huida de nuestras emociones.